Villa de Grado - Asturias - España

Crónicas Mosconas
Gustavo Adolfo Fernández Fernández

APUNTES SOBRE LA CREACIÓN DE LA BIBLIOTECA PUBLICA DE GRADO (1952-1958).

En el año 2002 la Biblioteca Pública de Grado ha celebrado su 50 aniversario, una efeméride que es sin duda un momento ideal para bucear en el Archivo Histórico Municipal y otras fuentes en busca de los momentos clave en el nacimiento y primeros tiempos de nuestra institución.

El primer expediente conservado que hace referencia a la posible creación de una biblioteca pública en Grado data de diciembre de 1940, más concretamente del día 4 de diciembre de ese año 40.

Se trata de una carta del Centro Coordinador de Bibliotecas dirigida al alcalde y en la que se habla de «la posibilidad y, conveniencia de fundar» dicha biblioteca. La propia carta nos dice que no era la primera vez que la Diputación Provincial y el Centro Coordinador de Bibliotecas se dirigían al Ayuntamiento de Grado, «aunque no se ha recibido respuesta ninguna a los escritos». Según el texto, se vuelve a retomar entonces el tema pues «el Sr. Marqués de la Vega de Anzo ha depositado en este Centro ejemplares de las obras de Vázquez de Mella para ser repartidas a todas las Bibliotecas... Este mecenazgo ha sido especialmente espléndido con ese Ayuntamiento de su digna presidente al que ha designado un ejemplar especial de las obras completas del insigne orador asturiano».

El texto también recuerda que en Grado hubo bibliotecas del Ateneo Popular, Casino, Sociedad de Oficios varios, U.G.T. y Comité de Izquierda Republicana; para seguidamente proponer que «sí . . como es de suponer, se conservan restos siquiera de esas colecciones bibliográficas, podríamos, una vez hecha la depuración de los fondos conservados, contar con uno que fuese el fundamento de la Biblioteca en formación.

Además de esta carta, el expediente incluye sólo el párrafo final de un acuerdo de Comisión de Gobierno en el que se faculta a la Alcaldía para entrevistarse con el Director del Centro Coordinador «para un cambio de impresiones». No consta si se produjo tal entrevista o no, pero en todo caso no volvemos a tener noticias de la posible creación de una biblioteca hasta once años después.

Con fecha del 4 de diciembre de 1951 tenemos una nueva carta del Director del Centro Coordinador que no me resisto a reproducir en parte:

«Muy Sr. Mío: repetidas veces he realizado gestiones, de palabra y por escrito, con el Ayuntamiento de Grado, para ver si podríamos organizar ahí una Biblioteca Municipal, dependiente del Centro Coordinador, pero el éxito nunca acompañó a estas gestiones. En alguna ocasión se llego a decirme que -estas cosas no interesan allí.... Al saber ahora por el Sr. Gobernador que el criterio de Vd. Es muy otro en cuestiones de Bibliotecas, me apresuro a renovar la invitación de crear ahí una Biblioteca a tono con la importancia de la hermosa villa de Grado ... ».

Se explican a continuación las obligaciones que tendría que asumir el Ayuntamiento y que serían facilitar un local céntrico, consignar una partida presupuestaria para gastos corrientes (luz, limpieza, calefacción, etc.) y pagar al bibliotecario; mientras que el Centro Coordinador se haría cargo del equipamiento de mobiliario y libros. La carta nos ofrece finalmente otro dato interesante, que la red asturiana contaba en aquel momento con 24 Bibliotecas y que las últimas inauguradas habían sido las de Pravia y Boal.

Dos semanas después, el 19 de diciembre de 1951, la sesión de la Corporación Municipal acordó aceptar las aportaciones del Ayuntamiento para crear nuestra biblioteca. Una nueva sesión del 9 de enero de 1952 acuerda solicitar formalmente a la Diputación la concesión de una Biblioteca Pública para Grado que se denominará "Marqués de la Vega de Anzo" y que habría de instalarse en el primer piso del edificio nº 15 de la Avenida de José Antonio.

Sin embargo, la fecha de fundación de la Biblioteca Pública de Grado se retrasa hasta el 24 de junio de 1952, cuando se firma el contrato (así calificado en el original) entre el Alcalde, D. Manuel Fdez. de la Concepción y el Director del Centro Coordinador, D. Lorenzo Rodríguez Castellano.

Según este documento la biblioteca se ubicaría en la planta primera del edificio que ocupa la Jefatura Local de FET y de las J.O.N.S. acondicionada por el Ayuntamiento según las indicaciones del Centro Coordinador. El texto habla de una biblioteca de "carácter público", pudiendo concurrir a ella toda clase de personas.

Estará abierta tres horas y media diarias como mínimo, con arreglo al siguiente horario, Invierno: De seis a nueve y media de la tarde. Verano: de siete a diez y media de la tarde. Los días de mercado deberá estar abierta además de doce a una del día, con el fin de que las personas de las aldeas puedan beneficiarse de la Biblioteca y llevarse algún libro en préstamo si así lo desean.

El servicio de lectura en la sala es completamente gratuito. El de préstamo a domicilio se ajustará a determinadas normas elaboradas por la Junta de la Biblioteca y aprobadas por el Centro Coordinador.

Precisamente se insta a continuación a la creación de esta Junta de la Biblioteca que estaría encargada del "buen funcionamiento de la misma ".

Las obligaciones del Ayuntamiento serían:

-"Acondicionar el local destinado a la Biblioteca en la forma que aconseje el Centro Coordinadolo incluyendo un sistema de calefacción a base de radiadores ".

-Correrá a cargo del alumbrado, calefacción y conservación.

-Además deberá aportar un presupuesto para lo que se denominan "atenciones a la Biblioteca Municipal " que incluyen el pago del encargado y otros gastos del servicio.

Por su parte, las obligaciones del Centro Coordinador eran las siguientes:

-La dotación de mobiliario.

-Lote inicial de libros «cuyo número no será inferior a mil quinientos volúmenes, valorados en cuarenta mil pesetas».

-Incremento de los fondos con nuevos envíos.

-Organización de la Biblioteca con arreglo a las normas oficiales.

-Envío de material técnico.

-Subvención de actos culturales que organice la Junta de la Biblioteca.

Finalmente se mencionan las obligaciones del Encargado que, nombrará el Centro Coordinador a propuesta del Ayuntamiento de Grado, previa consulta con la Junta de la Biblioteca, pero este nombramiento no se extenderá en tanto que la persona propuesta no haga unas prácticas elementales de Biblioteconomía en las oficinas del Centro Coordinador.

Dicho Encargado debe tener cierta cultura y a ser posible hallarse en posesión de algún título profesional.

El Encargado podrá ser destituido por la Dirección del Centro Coordinador, de conformidad con el Ayuntamiento, si se observa, que no desempeña el cargo con la seriedad y eficacia requeridos.

El Encargado responderá en todo tiempo del material y libros que se le confían.

El 8 de mayo se aprueba el proyecto para las obras de reparación del local donde iba a instalarse la biblioteca, cuyo presupuesto ascendía a siete mil quinientas setenta y una pesetas con quince céntimos. El 24 del mismo mes de mayo, el aparejador municipal ya da el visto bueno a las obras realizadas, cuyo importe finalmente es de cinco mil noventa y una pesetas con noventa y cinco céntimos. Ya sólo restaba pintar el portal, la escalera y las paredes del local, un trabajo que fue realizado por «Antonio y Potes pintores» a principios de julio y con un coste de 1. 500 ptas.

El día 10 de julio de 1952 la Corporación Municipal acuerda proponer a Don Maximino Femández González como bibliotecario. Aunque apenas un año después, concretamente el 19 de septiembre de 1953, es sustituido por José Luis Barna Femández que durante 45 años será el encargado de la biblioteca.

Entre la documentación del Archivo Histórico Municipal no se conserva, o al menos no hemos encontrado, información relativa a la inauguración oficial de la Biblioteca. Por ello hemos tenido que acudir a información indirecta, a la Memoria del Centro Coordinador de Bibliotecas (Años 1952-53), donde se refleja con bastante detalle la inauguración y funcionamiento de nuestro centro. Reproducimos a continuación el texto íntegro:

«Características del Concejo: La villa de Grado está enclavada en una fértil vega que baña el río Cubia poco antes de unirse al Nalón, arteria principal de la provincia. Los recursos de la región estriban principalmente en los productos agrícolas y ganaderos. Pero también existen algunas industrias derivadas de la ganadería, y en la actualidad están tomando gran desarrollo las que se dedican a los extractos curtientes. El Municipio consta de unos diez y ocho mil habitantes, de los que unos cuatro mil radican en la capital. La tradición de villa, culta, que siempre mantuvo se ve ahora sostenida con la fundación de esta Biblioteca.

Características de la biblioteca: La «Biblioteca Marqués de la Vega de Anzo» está instalada en un amplio salón de un edificio céntrico. El Ayuntamiento lo acondicionó en la forma indicada por el Centro Coordinador, dotándolo de adecuada calefacción a base de radiadores eléctricos.

Hay un total de cincuenta puestos de lectura. Tanto las mesas como las sillas son de madera de castaño y están ligeramente talladas. Las estanterías también son de madera de castaño y se han colocado en la misma sala; tienen capacidad para dos mil volúmenes. Cuenta también la Biblioteca con una mesa-fichero para el Encargado, colocada sobre una pequeña plataforma. Está tallada en el mismo estilo de las mesas y de las sillas.

Fondos bibliográficos.- El lote principal, integrado por mil doscientos volúmenes, corresponde al envío del Servicio Nacional de Lectura. A éstos se añadieron los que poseía el Ayuntamiento, el cual cedió además en depósito la Enciclopedia Espasa. Por su parte, el Centro Coordinador; dada la importancia de Grado, creyó necesario adquirir cien obras más. Por lo tanto, el total de obras con que cuenta esta Biblioteca se acercaba el día de la inauguración a los mil ochocientos volúmenes.

El acto Inaugural tuvo lugar el día 21 de julio de 1952, a las cinco de la tarde. Asistieron El Ilmo Sr Director General de Archivos y Bibliotecas y todas las autoridades provinciales y locales. El salón se hallaba repleto de un selecto auditorio. Hicieron uso de la palabra el Alcalde de Grado; el Marqués de la Vega de Anzo, hijo del que da nombre a la Biblioteca; y el Ilmo Sr. Director General de Archivos Y Bibibliotecas don Francisco Sintes Obrador Terminado el acto, el Ayuntamiento obsequió a los concurrentes con una merienda »

Tras su inauguración parece que la Biblioteca no quiso limitarse a ejercer de simple centro de lectura y préstamo a domicilio; así ya en 1953 la Junta Rectora de la Biblioteca Municipal solicita al Ayuntamiento un donativo para sufragar los premios de un concurso literario escolar que se queda organizar al final de] curso. Tanto la solicitud de la Junta, como la concesión de mil pesetas por parte de la Corporación, están fechadas en el mes de junio de ese año 1953.

La Memoria del Centro Coordinador de los años 1954-55 vuelve a ofrecemos datos muy interesantes y que reproducimos de nuevo íntegramente:

«Ha sido utilizada esta Biblioteca por profesionales, empleados y obreros así como por gran número de muchachos. Las mujeres se interesan preferentemente por obras de Concha Espina, Carmen de Icaza y por las revistas Mundo Hispánico, El Hogar Y la Moda y Semana. Los obreros han leído manuales técnicos, pero sobre todo obras de aventuras. Las obras más leídas en el último año fueron: Don Camilo, Nosotros los Rivero, Los cipreses creen en Dios, La aldea perdida y los Episodios Nacionales.

Labor de extensión culturaI.- La Biblioteca ha colaborado con la Universidad de Oviedo en la organización de varias conférencias sobre temas de interés general. Asimismo ha convocado un concurso literario entre los Colegios y Escuelas Nacionales del concejo.

Ingreso de obras.- En los dos años transcurridos la Biblioteca ha tenido los siguientes ingresos: 111 vols. enviados por el Centro Coordinador (4.150 ptas.), 149 vols. del Servicio Nacional de Lectura. (4.302 ptas.), revistas suscritas por el Servicio Nacional de Lectura (2.208 ptas.). La Biblioteca invirtió, de sus fóndos propios. en la adquisición de 75 obras 3.360 ptas. Además el Centro Coordinador abonó la encuadernación de 24 volúmenes (319,20 ptas.).

Necesidades de la Biblioteca. - Es de suma necesidad aumentar el número de obras; Las que hay resultan insuficientes y además están ya muy leídas. La Sección Infantil debe renovarse totalmente por estar sus libros demasiado deteriorados por el uso. »

Viajamos ahora hasta 1957, cuando comienza a fraguarse un importante acontecimiento para la joven historia de la Biblioteca., Don Anselmo González del Valle y Fernández Miranda decide donar su biblioteca personal a nuestra institución.

El 10 de octubre la Corporación se da por enterada y agradece la propuesta de donativo de Don Anselmo, que el 27 del mismo mes envía una carta de puño y letra con las condiciones de la donación de sus libros, que como él mismo indicaba «habrán de servir para que los jóvenes moscones puedan hacer estudios, a cuyo efecto formarán parte de la Biblioteca Pública».

Aunque sólo sea por la importancia de su generosa donación a la Biblioteca, es de justicia y merece la pena hacer un inciso para incluir una pequeña reseña biográfica de la figura de Don Anselmo González del Valle, basándonos en los datos que nos ofrece la Gran Enciclopedia Asturiana. Don Anselmo es conocido sobremanera por su faceta de profesor y escritor. Había nacido en Oviedo el 4 de junio de 1884; estudió dos años en Francia y luego en la Universidad de los Agustinos en El Escoríal, y en Barcelona, licenciándose en Filosofía y Letras. Ya en su etapa en El Escorial tuvo inquietudes literarias, fundando con otros compañeros la revista Colegial. Motivos de salud le obligan a retirarse un tiempo a la finca familiar de Grado y comienza a colaborar en la prensa regional y luego también de Madrid y París, utilizando varios seudónimos como Pedro de Grado. Se traslada a vivir a Bélgica, donde desarrolla una intensa vida cultural e intelectual: pronuncia conferencias por Bélgica y Holanda sobre la cultura y el arte de su país, funda y dirige varias publicaciones (La Vol- de Bruselas y La Revista Hispano-Belga). En 1934 obtiene por oposición la cátedra de Lengua y Literatura española en la Universidad de Lovaina y ese mismo año la misma cátedra en la Universidad de Bruselas. Don Anselmo falleció en Grado el 22 de octubre de 1967.

Volvamos a la Biblioteca de Grado y al donativo, el 9 de enero de 1958 la Comisión Municipal Permanente acuerda, a propuesta del Alcalde. instalar en la Biblioteca unas nuevas estanterías con un coste de 4000 ptas. y con el objeto de que alberguen los libros donados. Al mismo tiempo se acuerda también solicitar al Centro Coordinador de Bibliotecas una subvención para atender dicho gasto. Esta subvención de la Diputación no llegaría concedida hasta julio.

El documento de cesión lo firman Don Anselmo y el Alcalde D. Emilio Rodríguez Mendivil el 21 de enero del 58. El primero hacía constar su compromiso de donar al Ayuntamiento «todos los libros que le pertenezcan al tiempo de su fallecímiento» tal y como manifiesta tener ya dispuesto en su testamento. Aunque en la siguiente cláusula del texto, Don Anselmo cede el uso de sus libros para que sean instalados en la Biblioteca «a título de depósito durante su vida, reservándose la propiedad de los mismos hasta que tenga efectividad la donación convenida». O sea, que los libros iban a llevarse a la biblioteca de inmediato aunque no pasarían a ser propiedad efectiva de la Biblioteca hasta el fallecimiento de Don Anselmo.

El 10 de abril el alcalde informa a la Comisión Municipal Permanente de que los libros donados ya se encuentran en la biblioteca. Se decide entonces celebrar un acto de inauguración al que, por supuesto, estuvo invitado Don Anselmo.

Y llegados a este punto, en plena fiesta de inauguración, es buen momento para dejar este primer capítulo de la historia de nuestra Biblioteca; una historia que puede parecer larga por los 50 años transcurridos, pero una historia que en todo caso no ha hecho más que empezar (punto y seguido).

Prólogo al libro Santiago y Santa Ana: Tiempos de añoranza