Villa de Grado - Asturias - España |
Un gran aliciente para el visitante son las varias rutas que se pueden realizar por el concejo, de las que destacamos la Ruta Vaqueira, un hermoso itinerario por la sierra de Bexega, donde se suceden pueblos habitados por vaqueiros; en esta ruta existe una zona con vestigios de explotaciones auríferas. O la ruta a pie de la Calzada Romana o Camino Real de la Mesa, un fastuoso recorrido digno de mención, donde encontraremos vestigios de un castro Celta. Uno de los mayores atractivos del concejo es su abundancia en caza (corzo, jabalí y abundantes bandos de perdices) y en pesca (salmón del Narcea y truchas en Pigüeña y sus afluentes). En gastronomía, una especialidad del concejo lo constituye el Sollombu a la manteiga, se trata de un chuletero de cerdo, deshuesado, adobado con ajo, sal y pimienta. En la Villa puede visitarse el Museo del oro, con una completa aula didactica, en el que se ven los origenes de la minería del oro en la zona, desde tiempos de los romanos hasta la actualidad. Constituye un espacio privilegiado desde el punto de vista medioambiental, con numerosas especies vegetales y fauna autóctonas, sobre todo de montaña. El sector suroriental del concejo forma parte del Parque Natural de Somiedo. Sus sierras muestran además las huellas de su antiguo poblamiento, ejemplificadas por los túmulos del camín real de La Mesa y el monte de La Escrita, y el castro del Pico Cervera, así como por las explotaciones auríferas de época romana, abundantes en toda la comarca. Bello monte es, justamente, la adjetivación más apropiada que podríamos encontrar para distinguir el paisaje belmontín. De ahí el nombre Belmonte, con el que , a partir del siglo XIII, se rebautizaría el Coto de Lapedo (litos, piedra) como consecuencia de los cambios paisajísticos producidos por los variados cultivos realizados al amparo y bajo la dirección de los monjes cistercienses del convento de Santa María que, durante siglos, ejerció el dominio jurisdiccional y directo sobre los territorios de este Coto abacial. La historia del Concejo se remonta a la Edad del Bronce, así lo prueban algunos vestigios históricos. También está presente la cultura de los castros y, más tarde, la romanización dejó su sabia huella con valiosos testimonios de ingeniería como la calzada, que unía Asturias con la Meseta, o el machucu hidráulico que , restaurado, se conserva en perfecto estado de funcionamiento. En 1032, Bermudo III permuta al conde Pelayo Froilaz y a su mujer la condesa Ildoncia, su villa de Lapedo (hoy Belmonte) por otra villa, llamada Framiliani, en el territorio de Asma. A partir de donaciones, compraventas, cambios y préstamos hipotecarios, el Coto de Lapedo empieza a constituirse a fines del siglo XI, completando su territorio en el siglo XIII, y permanece prácticamente hasta el siglo XIX cuando, con la desamortización de Mendizábal y Madoz, el proceso llegará a su fin al perder los monjes el dominio jurisdiccional y directo, pasando el primero al Rey y siendo adquirida la propiedad por particulares. En el libro Tumbo del Monasterio se recogen los acontecimientos más importantes de este largo período y se certifica que el Monasterio poseía mucha y muy buena hacienda en los Concejos de Somiedo, Miranda de Arriba, Miranda de Abajo y Grado, y en el Coto de Valcárcel, también describe como se arrendaban, en invierno, las brañas a los vaqueiros que, desde la primavera al otoño, cuidaban en las somedanas de sus ganados. Folclore y Gastronomía Costumbres Asturianas enriquecidas por la presencia periódica de los Vaqueiros de Alzada se traducen en una importante y variada riqueza folclórica. Tiene una excelente oferta gastronómica basada en las recetas tradicionales del llar que siguen utilizando los productos de la tierra, imprescindible mención al pan de escanda, de las ganadería, de la caza y la pesca, para coronar la oferta con una golosa repostería. Las jornadas de los arbeyos con jamón, en junio, y las del pote de berzas y carne roxa en noviembre, representan dos citas claves en un concejo que cuenta entre sus manjares el «sollombo a la manteiga», la caza, el cabrito, o el pan de escanda. Flora y fauna No existe más barrera con el Parque Natural de Somiedo que la puramente administrativa. En cuanto a la flora y fauna la cuenca geográfica del río Pigüeña y su más importante afluente, el río Somiedo, no obstante, es obligado señalar que primavera y otoño llenan de color un paisaje absolutamente singular, donde la variedad y densidad faunística son atractivos de primer orden: desde el oso a la nutria, pasando por el salmón y la trucha, y bajo el vuelo del águila y el urogallo , la posibilidad de ser testigos de la vida natural es una invitación permanente al paseo y a la observación. Constituye un espacio privilegiado desde el punto de vista
medioambiental, con numerosas especies vegetales y fauna autóctonas,
sobre todo de montaña. El sector suroriental del concejo forma
parte del Parque Natural de Somiedo. Sus sierras muestran además
las huellas de su antiguo poblamiento, ejemplificadas por los túmulos
del camín real de La Mesa y el monte de La Escrita, y el castro
del Pico Cervera, así como por las explotaciones auríferas
de época romana, abundantes en toda la comarca. Deportes Rutas variadas a pie, a caballo o en mountain bike, con diferentes grados de dificultad y extensión que permiten la elección más adecuada, son una invitación permanente al disfrute de la naturaleza, teniendo, por otra parte, una magnífica oferta en caza, mayor y menor, y en la pesca del salmón, en algunos de los mejores cotos del río Narcea, y de la trucha por una amplia red fluvial. En la parroquia de Leiguarda podemos disfrutar de un área recreativa que ofrece un gran número de centenarios castaños para descansar del camino de las rutas. Se trata del área de Vigonzález en la ribera del río Pigüeña. Para acceder a ella, desde la N-634 (Cornellana) se debe tomar la AS-15 hasta San Martín de Lodón. Después de continuar por la AS-227 y unos 5 kilómetros antes de llegar a Belmonte, en Selviella, se encuentra el área. Ruta vaqueira Ruta del valle de Pigüeña: Ruta Campo Leo Ruta Calzada Romana La caza y la pesca Por valles, desfiladeros, montañas y praderas, el concejo de Belmonte de Miranda ofrece a los amantes de la naturaleza un interesante abanico de posibilidades, a lo que hay que añadir una importante red de caminos vecinales, desarrollada entre los numerosos pueblos del concejo, y aún sin descubrir por los practicantes del senderismo. Pueblos del Concejo: San Martín de Lodón, Selviella
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