Selviella/Silviella

 

Aldea dela parroquia de Leiguarda (Belmonte de Miranda). Está situada a 150 m. de altitud a orillas del río Pigüeña, pocos kilómetros antes de que éste vierta sus aguas al Narcea y aprovechando unas importantes vegas creadas por el. Se accede por la AS-227. Tiene 67 habitantes y dista 5,5 Km. de la capital del concejo, Blemonte. en el lugar denominado La Corona, sobre el mismo pueblo, existe un castro que parece estar relacionado con las minas romanas de la ladera este del Picu Gameu.

De época medieval destacan las posesiones que en el siglo XV tenía el cabildo de la Catedral de Oviedo en este pueblo. Hasta la década de los tereinta del siglo XIX Selviella fué la capital de Miranda la Baja, que comprendía los pueblos del actual concejo que están al lado del río Narcea y los situados en la margen del río Pigüeña hasta Alvariza. Junto con esta jurisdicción se conservaba el coto del monasterio de Belmonte, quedando los pueblos altos del concejo englobados en Miranda la Alta. Con la instalación del régimen liberal en 1827 desaparece el coto señorial de Belmonte, integrándose este espacio en el concejo de Miranda, siendo a los pocos años, en 1843, cuando la capitalidad del mismo se traslada a Belmonte. A principios de siglo (1908) el pueblo de Silviella gozó de un gran momento económico coincidiendo con la ejecución por parte de la Compañía Popular de Avilés de una central hidroeléctica, de la cual aún se conservan las construcciones y el canal que desviaba el agua desde el río Pigüeña en Alvariza y lo llevaba hasta Selviella, contituyendo un importante patrimonio de arqueología industrial, escaso en nuestros pueblos de montaña; posteriormente este salto se ve complementado con la central subterránea de Miranda localizada en las cercanías de la anterior, en las Lleras, inaugurada por Hidroeléctrica del Cantábrico en 1962, en relación con la cual se construyó un impresionante canal subterráneo que procedente de Somiedo atraviesa el concejo de Belmonte por las parroquias de Montovo, Llamoso, San Martín de Ondes y Belmonte hasta llegar a las Lleras, posteriormente el agua que lleva, vé la luz en la vega de San Martín de Lodón abriendo una fea brecha, rompiendo prados y pomares en la maravilla de paisaje que allí existe, nadie se explica porqué dentro de lo malo no continuó cubierto hasta la desembocadura en el mítico pozo de las Mestas en el Narcéa. (también destrozó el Pigüeña al quedar este con muy poco caudal en las temporadas de escasez de agua, que son muchas). Hay una serrería y un taller de hidroeléctrica y también tiene mucha importancia la pesca en el río Pigüeña. En las inmediaciones del pueblo (en dirección a Belmonte) se ha habilitado un área recreativa en el lugar denominado Veigonzalez (merece la pena visitarla).